domingo, 4 de febrero de 2018

Pablo Martinez Burkett



Las filas se van engrosando, y no hablo del calibre ni la contextura física, sino de alguien groso en lo suyo, un escritor de raza, de paladar tan negro como las pesadillas mas profundas, Pablo Martinez Burkett, el que le pone letra a tus pesadillas proponiendo un extrañamiento de lo cotidiano.
Pero para que mas presentaciones, he aquí al maestro en su propia tinta:
Nací y me crié en Santa Fe, donde fui a la Facultad de Derecho. Me gradué de abogado. En 1990 me vine a trabajar a Buenos Aires. Acumulé una cantidad vergonzante de títulos de postgrados. Soy profesor en materias de mi especialidad y charlista profesional así que viajé muchísimo hasta que nació mi hija. Ahí decidí suspender bastante de la vida académica para quedarme más en casa. Me encanta dar clases tanto o más que cocinar. El blues es mi música. Escribo con obstinada regularidad desde el colegio secundario. Rumbeé para el lado del fantástico rioplatense tirando para el terror y la ciencia ficción oscura. En una época se me dio por los concursos y fui coleccionado una docena de premios, pero hace rato que no mando nada a ningún lado. También escribí para un despropósito de antologías y me han traducido bastante (el más curioso de todos, el rumano). Oficié de jurado en unos cuantos concursos. Me gusta mucho traducir (lo hacía para Axxón) y cada tanto se me da por los ensayos. Hasta ahora tengo publicado tres libros de relatos: Forjador de penumbras (Galmort, 2011 y la segunda edición USA por Eriginal Books, 2014), Los ojos de la divinidad (Muerde Muertos, 2013) y Mondo Cane (Muerde Muertos, 2016). Estoy terminando folletín por entregas, una novela y un par de libros más. En cualquier momento me echan de mi casa pero como me han empezado a pagar por escribir, la sentencia se ha postergado.
FB: Pablo Martínez Burkett
Twitter: @pmburkett
Instagram: pablomburkett
Las respuestas existenciales en puño y tecla a continuación:
*Si te das cuentas que sos el personaje de un libro, qué le pedirías al autor?
Los hindúes predican que somos el sueño de una divinidad dormida. Siempre me gustó esa idea de vivir en un mundo ilusorio así que le pediría al dios soñante del libro de la vida que me dejara volverme viejo y sabio muy pero muy lentamente.
*Si quisieras ser el personaje de un libro, a quien se lo pedirías?
Sin dudarlo, a H. P. Lovecraft. Quisiera ser el narrador sin nombre (que en rigor de verdad se llama Francis Wayland Thurston) de “La llamada de Cthulhu”. ¿Quién pudiera haber sentido ese terror antiguo de descubrir al difunto que aguarda soñando en la morada sumergida de R'lyeh?
*Cual sería el grito o mensaje de batalla para la tropa?
Audentis fortuna iuvat (textualmente “la fortuna sonríe a los que se atreven”). Pero ya puesto en director de cine, cual William Wallace en “Braveheart”, me pararía sobre los estribos de mi caballo pinto (porque siempre es pinto) y gritaría: “Hermanos míos, ese trasegar de hormigas que emponzoña el horizonte es el enemigo. Hagamos que sangren más que nosotros. Que nuestro desaforado coraje nos valga la complicidad de los dioses”. Y apuntando con el sable hacia la llanura me lanzaría al galope. Sin esperanza pero con gloria. Uno no se bate porque espere ganar: se bate porque es hermoso. Y además estamos en una película épica. Se espera que diga una frase memorable. De otro modo ¿quién recordaría al Sargento Cabral?
*Que estrategia propones para combatir a la realidad y sus huestes?
Desde que el hígado ya no me tolera comer pintura, me decanto por conservar siempre el asombro del universo. Mirar las cosas con ojos de niño.
*Que pregunta te gustaría responder y nunca te hicieron?
En realidad, no me la hacen porque ni siquiera mis padres saben que me pagué la facultad trabajando como exotic dancer. Así que la pregunta nunca formulada sería: ¿por qué dejaste el Golden?
*Se propone como última prueba y no así menos importante "la prueba del traje de baño"
Yo sabía de la prueba del fuentón pero esta sí que no la conozco. De cualquier forma, ya me estoy probando mi zunga fluo con trompita de elefante, pero dificulto que me entre… Ud. dirá.
Lo dejamos para una próxima entrega, gracias por participar!
Foto: Diego Rotondo.

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